"El ser humano genera neuronas durante toda su vida en el hipocampo."
Científica española nacida en Badajoz, premiada con uno de los galardones más destacados en neurociencias.
El programa se fundamenta en evidencia científica.
Otto Warburg, Premio nobel en 1931. Este científico alemán descubrió los secretos de la respiración celular, la intrincada danza de cómo las células respiran y generan energía. Su trabajo fue fundamental para comprender el metabolismo y cómo funcionan nuestros cuerpos.
Peter Agre, premio nobel en 2003 de Química. El descubrimiento de Agre de las acuaporinas, los diminutos canales que permiten que el agua fluya dentro y fuera de las células, revolucionó nuestra comprensión de cómo nuestros cuerpos mantienen el equilibrio de líquidos, un aspecto clave de la hidratación y la salud general.
Arvid Carlsson, Paul Greengard y Eric Kandel, premios nobel en 2000. La investigación de este trío sobre la transducción de señales en el sistema nervioso arrojó luz sobre cómo nuestros cerebros se comunican y controlan nuestros movimientos, pensamientos y emociones. Su trabajo ha sido crucial para comprender enfermedades como la enfermedad de Alzheimer, Parkinson y la depresión.
John Eccles, Alan Hodgkin y Andrew Huxley premios nobel en 1963. Su investigación sobre los mecanismos iónicos implicados en la excitación e inhibición de las células nerviosas proporcionó información sobre cómo nuestro sistema nervioso controla los movimientos musculares.
Eric Kandel premio nobel en 2000. La investigación de Kandel sobre la base biológica de la memoria y el aprendizaje ayudó a descubrir principios fundamentales de cómo nuestros cerebros forman conexiones y almacenan información, lo cual es crucial para comprender el comportamiento social y el impacto del aislamiento.
Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young premios nobel en 2017. Los descubrimientos de este trío sobre los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano (nuestro reloj biológico interno) han revolucionado nuestra comprensión del sueño, su importancia para la salud y cómo se regula.
Yoshinori Ohsumi premio nobel en 2016. La investigación pionera de Ohsumi sobre la autofagia, el proceso por el cual las células se reciclan y se renuevan, ha proporcionado conocimientos cruciales sobre el envejecimiento, la enfermedad y la esencia misma de cómo nuestros cuerpos se mantienen a sí mismos.
Los estudios de la Dra. Llorens-Martín ahondan en la comprensión de la capacidad regenerativa del cerebro humano, habiendo demostrado el nacimiento de nuevas neuronas en la región hipocampal del cerebro hasta la décima década de vida. Con lo cual sienta las bases para modificar comportamientos que impactan en el progreso de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La evidencia sólida y directa de la neurogénesis adulta en humanos en el giro dentado humano se ha demostrado en estudios e investigaciones recientes que han aplicado distintos enfoques para fechar el nacimiento de neuronas recién generadas y para validar marcadores de neuronas nacidas en la edad adulta. Los datos apuntan a la persistencia de la neurogenesis hipocampal adulta (AHN) hasta la décima década de la vida humana, así como a marcadas alteraciones de este proceso en pacientes con enfermedad de Alzheimer.
Existen factores modificables generadores del alzheimer que podemos cambiar.
Es reconfortante saber que podemos tomar medidas para reducir el riesgo de padecer Alzheimer.
Cada vez hay más pruebas que demuestran que los factores relacionados con el estilo de vida desempeñan un papel esencial.
Adopta una dieta personalizada.
Colorida y rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva y el pescado. Piensa en ensaladas vibrantes, guisos de legumbres abundantes y pescados frescos.
Precisa la cantidad de hidratación que necesitas.
Mantener tu cerebro saciado con abundante agua durante todo el día. La deshidratación puede afectar la función cognitiva, así que asegúrate de beber la cantidad de agua adecuada para ti.
Evita los alimentos procesados.
Minimiza los snacks azucarados, las comidas procesadas y los aceites hidrogenados.
Practica actividades físicas convergentes.
Haz que tu corazón bombee: Realiza actividad física regular que eleve tu frecuencia cardíaca y haga que la sangre circule. Piensa en caminatas rápidas, nadar o practicar lo que mas te guste.
¡No olvides desarrollar esos músculos! El entrenamiento de fuerza no solo mantiene tu cuerpo fuerte, sino que también favorece la salud del cerebro.
Encuentra tu ritmo: Participa en actividades que disfrutes, ya sea chi kung o jardinería.
Súmate a comunidades de Interacción social, presencial o digital activa: Conéctate con otras personas a través de conversaciones, juegos o actividades grupales. ¡La interacción social es un fantástico ejercicio para el cerebro!
Fortalece las conexiones con tus seres queridos.
Aprendizaje permanente: Mantén tu cerebro activo con nuevos desafíos. Aprende un nuevo baile o idioma, aprende un instrumento musical o adéntrate en un tema fascinante.
Aprende a cuidar tu sueño.
Noches de descanso: Trata de dormir de 6 a 8 horas de calidad cada noche. El sueño es fundamental para la consolidación de la memoria y la salud cerebral.
Crea una rutina relajante: Establezca una rutina relajante para la hora de acostarse que le indique a su cuerpo que es hora de relajarse.
Optimice su entorno para dormir: Asegúrate de que su dormitorio esté oscuro, tranquilo y fresco para un sueño óptimo. Aléjate de las pantallas antes de dormir.
Aprende a controlar tus actitudes de interacción, para que evites que el estrés crónico se aloje en tu existencia.
Incorpora técnicas de practicas de ejercicios convergentes, meditación o la respiración profunda para calmar tu mente y reducir el estrés.
Conéctate con la naturaleza: Pasa tiempo al aire libre, disfrutando de las vistas y los sonidos de la naturaleza. Es un fantástico calmante para el estrés.
Participe en pasatiempos: Reserve tiempo para actividades que disfrute, ya sea leer, escuchar música, bailar o pintar.